lunes, 29 de septiembre de 2008

Acierto y suerte, claves

El Vila-real no hizo un buen partido en Gijón pero aprovechó una ocasión y los fallos del Sporting para ganar

El partido se inició con un ritmo trepidante. El Sporting quiso imponer su juego a la desesperada y en cierta medida lo consiguió, ya que el Vila-real no estuvo nada cómodo sobre el terreno de juego en los primeros 15 minutos de encuentro: las pérdidas de balón eran constantes y no se conectaba ninguna jugada jugada de ataque. A pesar de esto, el Sporting no tuvo ninguna ocasión de gol clara en este periodo. De hecho, después de estos minutos, el Vila-real mejoró un poco, y tuvo la primera ocasión del encuentro: Senna conectó un disparo desde fuera del área tras un rechace de la defensa, y Cuéllar tuvo que hacer una buena intervención para mandar el balón a córner.
Pero el Sporting seguía poniéndole ganas y más tarde tuvo la primera ocasión clara: Carmelo aprovechó un despiste de Fuentes para plantarse delante de Diego López pero éste se pudo hacer con el balón finalmente. De aquí al final del primer tiempo habrían dos ocasiones más por banda: una falta de Senna que salió desviada por muy poco y un cabezazo de Bilic al larguero, la ocasión más clara del partido.

La segunda parte empezó más o menos igual que la primera, con el Sporting en tromba hacia la portería del Vila-real. Y tan solo a los 2 minutos, Bilic estuvo a punto de marcar con un nuevo cabezazo, que esta vez salvó Diego López sobre la misma línea de gol. Pero esta vez el Vila-real no tardó tanto en reaccionar, y también estuvo a punto de ponerse por delante tras un remate de Llorente, tras una falta colgada por Ibagaza, que fue rechazado a córner por Cuéllar en una fantástica intervención.
Finalmente, el Vila-real abrió el marcador en el minuto 64, tras un córner servido por Ibagaza que llegó a Rossi y éste empalmó un disparo que llegó al fondo de la red. Esta jugada fue muy protestada por los jugadores sportinguistas ya que interpretaban que Godín tocaba el balón con la mano intencionadamente para que éste le llegase a Rossi, pero se puede ver que es involuntario, ya que además el uruguayo trata de retirar la mano cuando ve que ésta va hacia él.

De aquí al final del partido, el Vila-real pudo matar el partido con un par de contraataques que no fueron bien aprovechados, pero fue el Sporting el que, ya con más corazón que cabeza, intentó lograr un empate que no llegó. Su última ocasión clara fue un cabezazo de Diego Castro, que sólo en el área pequeña, lo mandó fuera, aunque rozando el palo.

Así, con esta victoria, el Vila-real ya suma 13 puntos y es colíder una jornada más, nuevamente empatado a puntos con el Valencia.

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